La siguiente nota breve se refiere a las ecuaciones de Maxwell (en su forma
actual, comúnmente aceptada). Recordemos que ellas se obtuvieron mediante la
generalización fenomenológica de los hechos experimentales para velocidades
pequeñas (se tomó la analogía con la hidrodinámica). Por lo tanto no hay que
esperar que hayan sido adivinadas en su forma final. Las ecuaciones de Maxwell
(o la ecuación de onda) determina la velocidad de fase, mientras que en la
teoría de la relatividad "se pretende" la velocidad máxima de las señales
(velocidad de grupo). Prácticamente, tenemos siempre que ver con una luz
concreta, por eso este hecho debe ser marcado con un cierto índice: en vez de
hay que
escribir la dependencia paramétrica
y la ecuación de onda será la
ecuación para los ármonicos de Fourier. Puesto que los apologetas contemporáneos
del relativismo niegan la evidencia y la necesidad básica de los modelos del
medio de difusión de la luz, entonces deja de ser unívoco el camino de la
generalización de las ecuaciones de Maxwell incluso para el "vacío absoluto" en
el caso de la luz no-monocromática, sin hablar ya del paso hacia los medios
no-lineales reales (que incluyen las propiedades del "vacío intermolecular", los
mecanísmos de absorción y reemisión de la luz por las moléculas, etc.): fuera de
los principios físicos y partiendo sólo de concepciones matemáticas puras se
pueden realizar cuantas generalizaciones semejantes se desee y todas tendrán la
misma validez. La exigencia de la invariabilidad de las ecuaciones de Maxwell
respecto a las transformaciones de las coordenadas y del tiempo es bastante
escurridiza, ya que los campos y las ecuaciones para ellos se pueden introducir
de muchas maneras, tan sólo deberán las acciónes medidas de estos campos
coorresponder a magnitudes realmente observadas en los experimentos. Así, por
ejemplo, en [81] se muestra que existen transformaciones no locales de los
campos, las cuales conservan las ecuaciones de Maxwell con un tiempo invariable.
En [14] se muestra que se pueden introducir transformaciones no locales y no
lineales para que durante determinadas transformaciones de los campos las
ecuaciones del campo sean invariantes respecto a las transformaciones de
Galileo.
Demostremos la contradicción metódica de las transformaciones para los campos
universalmente aceptadas. Supongamos que se tienen dos alambres paralelos
infinitos sin carga. Sea que en ambos alambres los electrones se mueven hacia
una misma dirección a una velocidad constante respecto a la armadura cargada
positivamente, es decir, tenemos iguales densidades de corriente . Entonces, para
el caso clásico, en la expresión para el campo la magnitud
es invariante, o sea que el campo y la acción de este campo no
dependen de la velocidad de movimiento del sistema. Para la consideración
relativista (puesto que
) tenemos
o sea que el campo depende de la velocidad de movimiento del obsrvador. Sin
embargo, los siguientes dos casos son evidentemente equitativos:
(1) el
sistema con la velocidad , o sea el observador, está en reposo respecto a
la armadura mientras que los electrones se mueven a la velocidad
, y
(2) el
sistema se mueve con la velocidad , o sea el observador, está en
reposo respecto a los electrones mientras que la armadura (los iones positivos)
se mueven hacia la dirección contraria a una velocidad
(esa misma
corriente). La fórmula relativista da para estos casos diferentes valores para
(y para la acción de los campos), lo cual es absurdo. Además resulta
completamente contradictoria en la TER la descripción de los pasos de un sistema
inercial a otro para el caso tridimensional con corrientes no neutrales (por
ejemplo, con haces de partículas cargadas).
Analicemos ahora la pregunta "fundamental" sobre la invariancia de las
ecuaciones de Maxwell, la cual ha sido ampliamente promovida en la TER. La
invariancia de las ecuaciones de Maxwell respecto a las transformaciones de
Lorenz no significa absolutamente nada para otros fenómenos. En primer lugar,
las de Maxwell son ecuaciones para los campos en el espacio vacío. En tal
espacio podemos recortar la mitad del segmento y duplicarla, obtendremos
nuevamente tal segmento. Por eso en el espacio vacío matemático se puede
utilizar cualquier sistema de referencia, cualquier geometría y coeficientes de
transformación no contradictorios. Esto puede determinarse sólo por la comodidad
de la descripción matemática. Sin embargo, no podemos simplemente recortar
cualquier organismo vivo y duplicarlo bajo el microscopio: el organísmo morirá.
La existencia en el espacio de cuerpos y campos reales da puntos de referencia
naturales, escalas carácterísticas e correlaciones entre los objetos. Todo esto
determina las diferencias entre el espacio real físico y el espacio vacío
matemático. En segundo lugar, la propiedad de algunas interacciones de
transmitirse en el vacío a la velocidad de la luz no determina la velocidad de
transmisión de las interacciones en el medio. A pesar del enorme papel de de las
interacciones electromagnéticas, las perturbaciones en los medios se transmiten
con la velocidad del sonido. Mediante la sola constante , relacionada con el vacío, no
se pueden determinar (para nuestro mundo " electromagnético") la velocidades de
la luz y del sonido en los gases, líquidos y sólidos. No está claro como pudo
surgir en el vacío istrópico la anisotropía de los cuerpos sólidos reales. Todas
estas y muchas más propiedades se sales ‡n de los límites de aplicación de las
leyes de Maxwell en el vacío (la TER sugiere la clonación de las propiedades del
vacío para todas las propiedades de los cuerpos materiales y de los medios).
Luego, ajustar las propiedades de todo el Universo para que encajen en la
invariancia de estas ecuaciones es una pretención muy elevada de la TER. En
tercer lugar, la partición de un campo único en su acción en sus partes
eléctrica y magnética es bastante convencional y en gran medida arbitrario. Por
eso la invariancia de estas partes separadas artificialmente no puede tener un
significado decisivo. La existencia de los coeficientes
(que dependen de las coordenadas, del tiempo, de las propiedades de la luz,
etc.) para las ecuaciones de Maxwell en el medio hace estas ecuaciones no
invariantes respecto a las trasnformaciones de Lorenz (o bien hay que cancelar
nuevamente la objetividad de las características del medio).